Estudiante ariqueño, identificado como S.C.S. de 17 años, fue acusado de tráfico de marihuana en el Colegio Junior Collage y Liceo Integrado al ser pillado con 21 gramos de la buena.
Lo inédito del caso es que la sentencia al estudiante fue sólo una amonestación verbal. La pena podría haber sido 2 años de presidio para el joven. De la que se salvó el niño, ya que si hubiese pasado los 30 gramos, según la Reforma Educacional Penal, la pena habría sido “el grito hiriente de la directora del establecimiento, más un mes sin tele y 2 chirlitos de parte del padre con derecho a elección del brazo a golpear”.
El Senador Jaime Orpis dijo que esto era sumamente extraño, ya que eran 3 los jóvenes que negociaban y sólo el tercero fue juzgado y agregó: “resulta de extrema gravedad que un menor, por carecer de influencias, se encuentre expuesto a recibir una penalidad de cinco o más años, aquí hay tráfico de influencias”.
Y del OS7 tendríamos que pasar a la Brigada del Cyber Crimen, porque los 3 menores distribuían la droga contactando a escolares de diversos colegios de la ciudad, utilizando el Messenger. La fiscal exhibió como prueba para inculpar al menor enjuiciado, varios registros de estas conversaciones que sostuvo el imputado, en los que directamente sus clientes le consultaban sobre el negocio que mantenía y si podía abastecerlos. También se están viendo los casos de tráfico de “emoticones” y de varios “¡avíspate re-weón!” que se mandaban vía chat sin pagarle los derechos de autor a un naZionalista comentarista deportivo que se hace llamar "gurú".
El menor acusado argumentó que la hierba que llevaba era té verde chino y que si la vendía tan cara era porque había escuchado que se acababa el TLC con con varios países de Asia y el “tesito” iba a andar escaso. Para mala suerte de los consumidores, delató casualmente a otro joven, quien vendía cocaína en bolsitas plásticas. Esto habría ocurrido, cuando un policía encubierto le compró lo que para él era tesito y le contó que el de más allá andaba con el azúcar. ¡Chán!
Lo inédito del caso es que la sentencia al estudiante fue sólo una amonestación verbal. La pena podría haber sido 2 años de presidio para el joven. De la que se salvó el niño, ya que si hubiese pasado los 30 gramos, según la Reforma Educacional Penal, la pena habría sido “el grito hiriente de la directora del establecimiento, más un mes sin tele y 2 chirlitos de parte del padre con derecho a elección del brazo a golpear”.
El Senador Jaime Orpis dijo que esto era sumamente extraño, ya que eran 3 los jóvenes que negociaban y sólo el tercero fue juzgado y agregó: “resulta de extrema gravedad que un menor, por carecer de influencias, se encuentre expuesto a recibir una penalidad de cinco o más años, aquí hay tráfico de influencias”.
Y del OS7 tendríamos que pasar a la Brigada del Cyber Crimen, porque los 3 menores distribuían la droga contactando a escolares de diversos colegios de la ciudad, utilizando el Messenger. La fiscal exhibió como prueba para inculpar al menor enjuiciado, varios registros de estas conversaciones que sostuvo el imputado, en los que directamente sus clientes le consultaban sobre el negocio que mantenía y si podía abastecerlos. También se están viendo los casos de tráfico de “emoticones” y de varios “¡avíspate re-weón!” que se mandaban vía chat sin pagarle los derechos de autor a un naZionalista comentarista deportivo que se hace llamar "gurú".
El menor acusado argumentó que la hierba que llevaba era té verde chino y que si la vendía tan cara era porque había escuchado que se acababa el TLC con con varios países de Asia y el “tesito” iba a andar escaso. Para mala suerte de los consumidores, delató casualmente a otro joven, quien vendía cocaína en bolsitas plásticas. Esto habría ocurrido, cuando un policía encubierto le compró lo que para él era tesito y le contó que el de más allá andaba con el azúcar. ¡Chán!
Por Marcelo Oximental.
1 comentario:
pero eso de los escolares paso hace mucho tiempo po mas de un año o hace casi un año atras po
q onda mena jajaja
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